
La educación basada en competencias se refiere a una experiencia eminentemente práctica, que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr un fin: el desempeño. En otras palabras, la teoría y la experiencia práctica se vinculan utilizando la teoría para aplicar el conocimiento a la construcción o desempeño de algo.
Los procesos de aprendizaje son las actividades que realizan los estudiantes para conseguir el logro de los objetivos educativos que pretenden. Constituyen una actividad individual, aunque se desarrolla en un contexto social y cultural, que se produce a través de un proceso de interiorización en el que cada estudiante concilia los nuevos conocimientos en sus estructuras cognitivas previas. La construcción del conocimiento tiene pues dos vertientes: una vertiente personal y otra social.
En mi opinión, de las siete corrientes que el Dr Pere Marqués presenta en su artículo “Concepciones sobre el aprendizaje”, el constructivismo de J. Piaget, el aprendizaje significativo de D.Ausbel y J. Novak, así como, el socio-constructivismo de Vigotski, son las más afines con el enfoque por competencias que está planteando la REIMS.
No se puede concebir que exista una corriente que por sí misma englobe las pretensiones de la formación por competencias; aunque en cierta medida el constructivismo considera varios planteamientos de las otras corrientes, existen algunos aspectos que la complementan. El socio-constructivismo aporta la importancia del aprendizaje colaborativo y el aprendizaje situado; Ausbel la concepción de aprendizaje significativo.
En el enfoque constructivista, enfoque opuesto a la concepción tradicional (conductista), donde aprender significa transformar el conocimiento y se produce a partir de una adaptación y reconstrucción de nuevos esquemas de conocimiento mediante la interacción constante con el medio, implica la experimentación y solución de problemas, mientras que en el enfoque por competencias el estudiante adquiere la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado, en la acción y con eficacia, actúa para resolver una situación determinada.
Por ello, el constructivismo y el enfoque por competencias coinciden en que en la medida de que el individuo construye conocimiento se va construyendo y transformando a sí mismo. Está claro que este nuevo enfoque por competencias trasciende a formar solo individuos para el mundo del trabajo y de la economía, sino que también aprendan a relacionarse con los otros, respeten la diversidad, sepan trabajar en equipo y pretendan transformar la realidad social en la que vive y que tengan un profundo respeto por la naturaleza, incorporando a su estilo de vida la sustentabilidad como fundamento.
Concluyo que el desarrollo de competencias y capacidades supone la adquisición por el alumno de nuevas conductas, pero no puede reducirse a ellas, es perfectamente posible mostrarse capaz de, por ejemplo, resolver un problema a través de medios diferentes, usando conocimientos diferentes y estrategias diferentes, por lo que, si nos interesa, que el estudiante aprenda a resolver problemas no tiene sentido definir nuestros objetivos en forma de una determinada conducta, exactamente la misma para todos. Como docentes surge la inquietud en nuestro saber hacer, incrementando la eficacia en nuestra práctica docente en este nuevo modelo educativo de la RIEMS.
Que tal Profr. Nicanor, como siempre un gusto leer sus trabajos, en los que observo sobre todo fortalezas, ya que define e integra de manera clara las corrientes cognitivas que deben estar implicitas en la Educación Basada en Competencias, ya que como usted bien lo menciona el desempeño de una Competencia debe tener un fundamento teórico.
ResponderEliminarLa idea del desempeño es interesante, en educación junto con descentralización son las dos políticas recomendadas por la OCDE, por lo que el comentario es pertinente ya que involucra una opción centrada en la productividad
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